Un año más, la Banda de Música de Montilla de la Asociación "Pascual Marquina" contribuyó a nuestra Semana Santa, aportando variedad y riqueza, muestra del amplio abanico tímbrico característico de estas formaciones, acompañando como tradicionalmente lo viene haciendo a María Santísima de la Esperanza, en el transcurso de la magnífica tarde-noche del Jueves Santo, que se desarrolló con absoluta normalidad y sin lluvia, a pesar de las previsiones, llenando la calle cual órgano sonoro se tratase, y como diría José María Puyana, de este género musical como es el de la marcha procesional, fiel exponente del rico Patrimonio Musical Andaluz.
Durante todo el recorrido se interpretaron diferentes marchas procesionales, tales como las populares "Rocío", una nueva versión de "La Saeta", "Estrella Sublime" "Salve Baratillera", "Cristo de la Presentación", "Macarena" de Emilio Cebrián, "Cádiz Cofrade", "Procesión de Semana Santa en Sevilla" de Pascual Marquina, entre otras, además de varios estrenos entre los que cabe destacar "Vera+Cruz" y "María Santísima del Sol", y dos magníficas obras de dos componentes y compositores de la propia Banda, "Una luz en el camino" de nuestro Director David García Carmona y "Solera Cofrade" de Prudencio Márquez Almansa, concertino y clarinete Principal, que dan sobrada muestra de su talento.
El recorrido se vio acortado, por otra parte acertadamente, ya que consiguió que la llegada de los pasos a la Plaza de la Rosa, estuviese acompañada por númerosos montillanos que allí se congregaron para presenciar el regreso a su templo de los mismos, donde una vez allí se interpretó la popularísima "Pasan los Campanilleros", momentos previos al encierro de la Virgen de la Esperanza.
La tarde-noche del Viernes Santo, bajo amenaza de lluvia que finalmente se cumplió, quedó deslucida, participando no obstante la Banda acompañando al Cristo yacente en el sepulcro y a Nuestra Señora de la Soledad, interpretándose, entre otras, "Amarguras" considerado el himno de la Semana Santa, "Virgen del Valle", "Soledad Franciscana", "Yone", "Mater Mea" y "Jesús de las Penas".
Ya que a Patrimonio nos hemos referido antes, y con el ánimo de que los montillanos comiencen a apreciar la música como parte importantísima de éste, valga una pequeña reflexión. De todos es conocido que la Semana Santa no se circunscribirse solo y exclusivamente al ámbito religioso pues está hecha de pequeños detalles y matices, de multitud de componentes que la conforman, por supuesto además de las personas que entregan una parte de sí mismos, de su fe y espiritualidad, para que ésta sea posible. Como decía, es una repleta muestra del acervo cultural de todos y del rico patrimonio histórico-artístico andaluz, donde se exhiben obras de arte, imágenes y tallas artísticamente muy valiosas, que permanecen durante el resto del año en la penumbra de los templos y una vez al año se exponen en la calle, convertida en museo vivo, con todo su esplendor para deleite del ciudadano sensible. También la música forma parte de este patrimonio procesional montillano.
La Semana Santa es explosión de colores, ofrenda a la primavera. Se haya complementada además con flores, bordados, mantos y túnicas, orfebrería, platería, candelería, fruto de profesionales artesanos que se verían abocados a desaparecer si no fuere por la Semana Santa. Estamos pues ante una íntegra representación cultural y religiosa.
Pero, ¿dónde queda la música? Considerada, dato por muchos desconocido, la "Primera de las Artes", ¿acaso no es una expresión artística? Como botón de muestra y para homenajear a los que con su dedicación y esfuerzo continuado hacen posible la música, también en Semana Santa, ya que con su labor la enriquecen, aportando además a los montillanos nuevas "sensaciones" y mostrando las posibilidades del rico universo sonoro de las bandas de música. También para los que comienzan a apreciar la música procesional como parte importantísima del Patrimonio de todos, va dirigido este artículo y para ello sirva de muestra esta pequeña galería de fotos hecha de esos momentos como reconocimiento.
Durante todo el recorrido se interpretaron diferentes marchas procesionales, tales como las populares "Rocío", una nueva versión de "La Saeta", "Estrella Sublime" "Salve Baratillera", "Cristo de la Presentación", "Macarena" de Emilio Cebrián, "Cádiz Cofrade", "Procesión de Semana Santa en Sevilla" de Pascual Marquina, entre otras, además de varios estrenos entre los que cabe destacar "Vera+Cruz" y "María Santísima del Sol", y dos magníficas obras de dos componentes y compositores de la propia Banda, "Una luz en el camino" de nuestro Director David García Carmona y "Solera Cofrade" de Prudencio Márquez Almansa, concertino y clarinete Principal, que dan sobrada muestra de su talento.
El recorrido se vio acortado, por otra parte acertadamente, ya que consiguió que la llegada de los pasos a la Plaza de la Rosa, estuviese acompañada por númerosos montillanos que allí se congregaron para presenciar el regreso a su templo de los mismos, donde una vez allí se interpretó la popularísima "Pasan los Campanilleros", momentos previos al encierro de la Virgen de la Esperanza.
La tarde-noche del Viernes Santo, bajo amenaza de lluvia que finalmente se cumplió, quedó deslucida, participando no obstante la Banda acompañando al Cristo yacente en el sepulcro y a Nuestra Señora de la Soledad, interpretándose, entre otras, "Amarguras" considerado el himno de la Semana Santa, "Virgen del Valle", "Soledad Franciscana", "Yone", "Mater Mea" y "Jesús de las Penas".
Ya que a Patrimonio nos hemos referido antes, y con el ánimo de que los montillanos comiencen a apreciar la música como parte importantísima de éste, valga una pequeña reflexión. De todos es conocido que la Semana Santa no se circunscribirse solo y exclusivamente al ámbito religioso pues está hecha de pequeños detalles y matices, de multitud de componentes que la conforman, por supuesto además de las personas que entregan una parte de sí mismos, de su fe y espiritualidad, para que ésta sea posible. Como decía, es una repleta muestra del acervo cultural de todos y del rico patrimonio histórico-artístico andaluz, donde se exhiben obras de arte, imágenes y tallas artísticamente muy valiosas, que permanecen durante el resto del año en la penumbra de los templos y una vez al año se exponen en la calle, convertida en museo vivo, con todo su esplendor para deleite del ciudadano sensible. También la música forma parte de este patrimonio procesional montillano.
La Semana Santa es explosión de colores, ofrenda a la primavera. Se haya complementada además con flores, bordados, mantos y túnicas, orfebrería, platería, candelería, fruto de profesionales artesanos que se verían abocados a desaparecer si no fuere por la Semana Santa. Estamos pues ante una íntegra representación cultural y religiosa.
Pero, ¿dónde queda la música? Considerada, dato por muchos desconocido, la "Primera de las Artes", ¿acaso no es una expresión artística? Como botón de muestra y para homenajear a los que con su dedicación y esfuerzo continuado hacen posible la música, también en Semana Santa, ya que con su labor la enriquecen, aportando además a los montillanos nuevas "sensaciones" y mostrando las posibilidades del rico universo sonoro de las bandas de música. También para los que comienzan a apreciar la música procesional como parte importantísima del Patrimonio de todos, va dirigido este artículo y para ello sirva de muestra esta pequeña galería de fotos hecha de esos momentos como reconocimiento.
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